Confort y ambiente
Sin duda, uno de los cometidos fundamentales de la arquitectura es ofrecer a las personas ambientes adecuados para vivir, trabajar y desarrollarse. El término “ambientes adecuados” es bastante amplio y en buena medida subjetivo, pues abarca aspectos físicos, sicológicos, sociales e incluso estéticos. Lo que sí es ampliamente reconocido es que los edificios deben (o deberían) ofrecer unas condiciones ambientales óptimas para sus ocupantes. Esas condiciones están relacionadas con el manejo de la luz y el sonido, pero sobre todo con factores asociados al ambiente térmico, como la temperatura, la humedad y el movimiento del aire.
En esa línea de conocimiento resulta crucial el concepto de confort, que de manera sintética se puede describir como un estado de comodidad en el que las personas no sienten ningún tipo de estrés físico o sicológico debido a factores ambientales. En esta sección estudiaremos el confort humano como una de las condicionantes de diseño más importantes. Trataremos de entender qué es y cómo se mide, explicaremos los principales modelos de confort que se han desarrollado hasta la fecha y revisaremos algunas de las normativas y estándares que definen criterios para evaluar el nivel de confort en los edificios.