Hoy en día, en el ámbito de la edificación, se cuenta con una oferta de vidrios extraordinariamente amplia. Por ejemplo, la International Glazing Database [1] incluye cerca de 6,000 vidrios producidos por fabricantes de todo el mundo. Aunque en estricto sentido cada uno de esos vidrios tiene propiedades ópticas únicas, es posible agruparlos en un número reducido de categorías para facilitar su caracterización en el análisis ambiental y energético de edificios. Con base en ese criterio, podemos definir seis tipos principales de vidrio: claro, absorbente, reflectante, absorbente-reflectante, bajo emisivo y espectral-selectivo [2]. Además de las propiedades ópticas de los vidrios, estas categorías responden a las tecnologías empleadas para producirlos, como veremos más adelante.